U.
A. A. - C. A. y C. - L. L. H. - T. y A. de T. IV
Carlos
Aguilar Esparza
Introducción
Bola
de sebo (o
Boule
de suif)
es un cuento publicado en 1880 dentro de Las
veladas de Medán,
libro en el cual se incluyen textos de Émile Zola, Paul Alexis, Léon
Hennique, Henri Céard, J. Karl Huysmans y Guy de Maupassant, este
último es el autor del relato mencionado. En términos generales, la
trama se reduce al gélido viaje de diez personas francesas en una
diligencia y la retención de estos por parte de un soldado prusiano
justo después de una batalla entre Francia y Prusia (en la que
resultan vencedores los prusianos).
Manejo
del tiempo
En
Bola
de sebo,
a diferencia de muchos otros cuentos, no aparecen digresiones. No hay
analepsis ni prolepsis, la historia es totalmente lineal.
Desde
que comienza el texto, el narrador -totalmente omnisciente- sigue
cronológicamente la secuencia de los hechos. Cosa curiosa, a pesar
de que la acción comienza a partir de que los personajes se reúnen
en el patio de la Posada Normanda, el narrador da un amplio prefacio
que llega a los veintiún párrafos en donde explica la situación
general en Rúan, esto ayuda al lector a crearse el ambiente que
existe en el mundo del texto, así como las preocupaciones y los
temores de los personajes. En este prefacio no hay digresión alguna,
los únicos saltos temporales son los naturales conforme al avance
lógico del tiempo: En
la tarde del día que siguió...
Al
cabo de algunos días...
Hay
en el texto un párrafo que da la sensación de analepsis:
Días
antes, las heladas habían endurecido ya la tierra, y el lunes, a eso
de las tres, densos nubarrones empujados por un viento norte
descargaron una tremenda nevada que duró toda la tarde y toda la
noche.
No
obstante, este segmento es continuo al flujo natural del tiempo en la
narración puesto que el evento principal de la última oración (que
es la que causa a primera vista, junto con las palabras días
antes,
la sensación de digresión) es "fijar la salida para
un martes", no "fijar la salida un martes":
Así,
pues, se había prevenido una espaciosa diligencia de cuatro caballos
para diez personas, previamente inscritas en el establecimiento de un
alquilador de coches; y se fijó la salida para un martes, muy
temprano, con objeto de evitar la curiosidad y aglomeración de
transeúntes.
Entonces,
a pesar de que el párrafo comience con Días
antes,
formalmente no es una digresión.
A
partir de aquí, la temporalidad sigue naturalmente, si acaso hace
pausas descriptivas (Alta,
robusta, decidida, con mucha entereza en la voz y seguridad en sus
juicios, su mujer era el orden, el cálculo aritmético de los
negocios de la casa, mientras que Loiseau atraía con su actividad
bulliciosa. Por
ejemplo.), resúmenes (Pronto
la conversación se rehizo entre las tres damas, cuya recíproca
simpatía se aumentaba por instantes con la presencia de la moza,
convirtiéndose casi en intimidad.)
e incluso elipsis (Todos
quisieron averiguar lo sucedido; pero ella no respondía alas
preguntas y se limitaba a repetir: / —Es un asunto mío, sólo mío,
y a nadie le importa.).
Estas últimas son de suma importancia, pues mientras las pausas y
los resúmenes le dan matices y ritmo respectivamente a la narración,
las elipsis enriquecen la trama, pues contienen información
deliberadamente evitada por el narrador (como lo son las dos
"entrevistas" entre Isabel Rousset y el oficial prusiano).
Los
personajes
Básicamente
son trece los personajes, no obstante, ni el mayoral, ni el oficial
prusiano son muy tomados en cuenta por el narrador (aunque las
acciones de uno y otro son relevantes en cierta medida para el texto,
especialmente las del oficial). Las dos monjas son muy poco
importantes en cuanto acciones, sin embargo, el narrador repara más
en ellas (más adelante se habla del efecto que tienen en el texto),
incluso las describe, lo mismo pasa con el posadero Follenvie.
Los
personajes en los que más repara el narrador son el conde y la
condesa Hurbert de Breville, el señor Carré-Lamadon y su esposa, el
señor y la señora Loiseau, el ebrio demócrata Cornudet y por
supuesto, Bola de sebo (quien después nos enteramos se llama Isabel
Rousset). Bola de sebo es el personaje principal, pues a través de
ella el lector experimenta una cierta especie de sufrimiento.
Mientras
que el oficial prusiano, el mayoral, la monja más joven y Follenvie
son personajes lineales (pues no cambian sus paradigmas a lo largo de
la historia), todos los demás personajes sufren algún cambio, al
menos momentáneo. En el caso de los Carré-Lamadon, los Humbert y
los Loiseau, este cambio es su forma de relacionarse con Bola de
sebo, al principio de la historia la tratan como a un ser repugnante,
más adelante, en las distintas necesidades, la tratan como alguien a
quien aprecian e incluso necesitan aunque finalmente la vuelven a
tratar como a escoria. El caso de la monja anciana es un cambio
menor, de ella aparecen varias facetas, la primera como una simple
monja, después como una valiente enfermera de guerra, luego, al
probar la champaña, como un ser que puede disfrutar y finalmente
como un personaje mezquino.
Bola
de sebo, a pesar de ser protagonista de la historia, tiene más bien
pocos cambios pues sus convicciones son fuertes. Es una prostituta,
pero exige un trato digno, es precavida, considerada y patriota.
Sobre todo patriota.Es ese el punto de inflexión, pues la peripecia
principal que sufre este personaje es, justamente, traicionar su
patriotismo. Aunque la peripecia principal sea decidirse a estar o no
con el prusiano, el conflicto principal de Bola de sebo no es otro
que el trato desagradecido de sus compañeros de viaje después de
sacrificarse por ellos.
Funciones,
semillas y otros desencadenadores
Al
comienzo de Bola
de sebo
hay una descripción general de la situación en Rúan después de la
derrota a manos de los prusianos, toda esta funciona como contexto,
pues pone al lector al tanto del mundo que rodea a los personajes y
del cambio que ocurre en el mismo.
Poco
después hay una referencia por parte del narrador a la moral de los
personajes:
Apenas
se distinguían en la oscuridad, y la superposición de pesados
abrigos daba el aspecto, a todas aquellas personas, de sacerdotes
barrigudos, vestidos con sus largas sotanas.
Más
adelante, aparecen dos menciones del rosario, la primera ...dos
monjas, que sin cesar hacían correr entre sus dedos las cuentas de
los rosarios... y
la segunda ...con
las manos abotagadas y los dedos estrangulados en las falanges —como
rosarios de salchichas gordas y enanas—. La
primera se refiere a las monjas y la segunda a Bola de sebo, en esta
ocasión, parece ser que también se refiere a las características
morales de los personajes, no obstante, se refiere solamente al
estatus que tienen los personajes en la sociedad, por lo que se
entiende que las monjas se encuentran en un peldaño social más
elevado que Bola de sebo (aunque más adelante nos damos cuenta de
que no a nivel moral). Si bien las monjas no representan un elemento
importante en la trama, sirven para marcar contraste entre lo puro y
lo impuro, remarcando dos polos entre los que Bola de sebo representa
el negativo y ellas el positivo.
Si
bien la parte en que Bola
de Sebo se inclinó varias veces como si buscase alguna cosa debajo
de sus faldas no
es meramente la semilla de algún evento, es un indicio que nos
revela la personalidad solidaria y además precavida de la
prostituta.
Durante
el viaje de Rúan hacia Totes, es Bola de sebo quien lleva la comida
(¡y la comparte!). Esta escena juega un papel interesante, ya que
funciona como una secuencia irónica, pues cuando Bola de sebo no
tiene tiempo de preparar provisiones nadie la ayuda, es más, la
tratan como a basura aún siendo por su sacrificio que continúa el
viaje de Totes a Havre.
Conclusiones
Bola
de sebo
es un relato que se apega a la estructura narrativa tradicional, es
decir, la narración es lineal, sin digresiones. También se apega al
narrador omnisciente (que si bien en ocasiones nos oculta detalles
como el nombre de Bola de sebo, lo hace para dar énfasis en otros
aspectos o momentos del relato) en tercera persona.
El
tema principal es la diferencia entre nivel social y nivel moral, ya
que al principio del cuento, parece ser que el nivel moral es
equivalente al nivel social, pero después se descubre que no es así,
que es posible que una persona -o personaje- de un nivel social
inferior puede tener mayor nivel moral que alguien en un estrato
superior.